viernes, 24 de mayo de 2013


... En agonía espero lo que no sé, con esa angustiosa sensación a nada, a que el ocaso no acabará jamas, y me quedaré aquí esperando por una noche que no llega... Me come la culpa, debo decírtelo, la culpa de no haber sido más, de no haber hecho más, de haberme quedado ahí mirando mientras la vida avanzaba, esperando, no sé que, solo esperando... Que alguien hiciera algo, que algo me despertara de mi letargo y me hiciera correr en dirección contraria, a donde tu te ibas, lejos de mi, yo tenía que correr por ti y alcanzarte, atraparte para que no te fueras, pero me quede ahí, esperando...

... Desperté demasiado tarde, cuando ya no había a donde correr, no había lugar al que escapar, fuera donde fuera, estabas tú, pero solo en mi mente, solo en mis recuerdos; sin abrazos, sin besos, sin caricias, sin sonrisas de animo, sin nada de que aferrarme más que los recuerdos que a ratos se desvanecen...

... Ahora hablo con las paredes, le confieso mis temores a las plantas, miro las nubes y ruego por que mis anhelos lleguen a tus ojos. En forma de lluvia viajan mis lagrimas y como huracanados vientos mi ira e impotencia destruyen todo a su paso... Porque ya no hay nada que esperar, no hay nada en el mundo que pueda saciar el vacío de tu ausencia, ni calmar la agonía de mis lamentos...

... Me quedaré esperando, como Frida, la salida que aun no llega ...

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