
Soy, solo esto; la mitad de aquello, la otra de no sé que cosa.
Convivo con las miradas de intriga y repugnancia, entre las burlas y las bocas moralizadas, pues no encajo en su sistema de uniformes y corbatas, más que oveja negra desean hacerme sentir una rata.
¿Pero que saben ellos, que critican con facilidad lo que desconocen?
Se llenan sus hocicos de lava negra, escupiendo sin mirar, sin detenerse a pensar, solo cubren todo de hollín. Porque no son sus pensamientos lo que expresan, son comentarios que han escuchado de otros, haciéndolos en propios sin saber que manifiesta.
Sigo mi marcha a pie firme y frente al cielo.
Guardo silencio.
Su estupor me es indiferente.
Dejo pasar las risas.
Camino sola,
No importa cuanto deseen hacerme trizas, siempre sé como hacerme un lugar en esta ciudad cubierta de ceniza.
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